¿Cómo identifican y persiguen la policía y los agentes federales a quienes participan en manifestaciones? ¿Qué contramedidas podemos tomar para impedir este tipo de represión? En este texto enviado de forma anónima, un grupo de afinidad explora cómo abordan estas cuestiones.
Hubo un tiempo en que solo quienes tenían la intención de participar en actividades de protesta conflictivas y de alto riesgo tenían que preocuparse por la vigilancia y la seguridad. Hoy en día, la vigilancia y la actuación policial son mucho más invasivas y arbitrarias. Incluso si nunca infringes ninguna ley, el Estado puede intentar dar ejemplo contigo. Todas las personas que puedan participar en una manifestación en algún momento deben familiarizarse con los protocolos de seguridad que los radicales han desarrollado a lo largo de los años.
Si eres nuevo en las manifestaciones, no te dejes intimidar por todas estas consideraciones. Cuanta más gente salga a la calle, más seguro será para todas las personas, y nada podría ser más peligroso que permanecer aisladas y pasivas, dejando que el estado policial venga a por todos nosotras una por una. Esta guía simplemente describe cómo maximizar tu seguridad mientras participas en actividades de protesta.
Para obtener más información general sobre el tema, empieza por leer sobre cómo formar un grupo de afinidad en el que participar en manifestaciones, cómo planificar [acciones directas] (/2017/03/14/direct-action-guide) y cómo vestirse con ropa a juego en una manifestación, en lo que a menudo se conoce como bloque negro. El apéndice incluye una gran cantidad de material relacionado.
¿Sin rostro, sin caso?
Aunque sin duda es una buena idea ponerse una máscara antes de participar en una actividad de protesta, la ropa que se lleva puesta es solo una de las muchas cuestiones que vale la pena considerar.Puedes reducir el riesgo de ser arrestada y procesada aplicando una serie de contramedidas, también conocidas como medidas de seguridad operativa u «opsec».
Si, a pesar de tus mejores esfuerzos, acabas esposada, haber aplicado cuidadosamente estas contramedidas minimizará la utilidad de cualquier prueba en tu contra. Sin rastros, no hay caso.
Preparación para la manifestación
Un manifestante protegiendo a su comunidad del gas lacrimógeno. Fíjate en cómo se le sube la chaqueta, lo que podría revelar más de lo que él pretende. Asegúrate de elegir ropa que te cubra completamente en cualquier posición.
Perfeccionar los planes
Cuando nuestro grupo de afinidad se reúne para preparar una acción, intentamos darnos suficiente tiempo para repasar todo. Para empezar, ¿cuáles son nuestros objetivos? ¿Dónde tendrá lugar la manifestación y qué detalles conocemos sobre el lugar? ¿Tenemos todo lo que necesitamos? ¿Quién lleva qué y cómo pensamos llevarlo allí? ¿Vendrán también otras personas que conocemos? ¿En qué momento querremos irnos y cómo? ¿Alguien tiene miedos o preocupaciones particulares?
Las manifestaciones pueden ser oportunidades inspiradoras para actuar de manera eficaz junto con otras personas. También pueden ser perturbadoras y traumáticas. Es importante discutir cualquier limitación de tus capacidades personales que pueda ser relevante para el resto de tu grupo de afinidad. Por ejemplo, ¿alguien tiene una lesión que podría limitar su capacidad para correr? ¿La decisión de alguien de no llevar gafas durante una manifestación le impide ver a larga distancia? ¿Qué tan familiarizado estás con las calles de esta zona de la ciudad? ¿Hay ciertos escenarios que puedan desencadenar sentimientos de pánico debido a experiencias pasadas?
No se gana nada fingiendo que no tenemos miedos, traumas o limitaciones físicas. Queremos apoyarnos mutuamente para que juntos podamos ser lo más eficaces posible.
En las discusiones previas a las manifestaciones, hay una tendencia a hacer generalizaciones. «Siempre es así». «Está claro que la policía actuará de esta manera». «Esto sin duda funcionará». Es mejor evitar las afirmaciones definitivas y permanecer abiertos a lo que podría suceder. Intentamos centrarnos en aclarar nuestros objetivos personales y asegurarnos de que tendremos todo lo necesario para actuar cuando se presenten las oportunidades, al tiempo que tratamos de imaginar cuáles serán las oportunidades más probables. Es terrible ver cómo se abre una ventana de oportunidad cuando no te has preparado adecuadamente porque alguien dijo «eso no va a pasar».
Intenta no planificar en exceso. Nuestro objetivo es una preparación flexible: pensamos en lo que queremos hacer y nos preparamos para hacerlo, manteniéndonos abiertas a lo inesperado. Hemos descubierto que si discutimos algo durante horas, a menudo resulta no ser particularmente útil porque los acontecimientos se desarrollan de forma diferente a lo que habíamos previsto. No estamos hablando de acciones de grupos pequeños en mitad de la noche que se pueden planificar con todo detalle, sino de manifestaciones en las que participa un gran número de personas y en las que muchos factores se desarrollan de forma dinámica. Dicho esto, es importante conocer el terreno, ya que puede ayudarte a identificar rutas interesantes y a burlar a la policía. Algunas manifestaciones tienen una ruta planificada de antemano; en esos casos, puede ser útil recorrerla antes para ver dónde hay buenas zonas para cambiarse de ropa, llevar material y salir. Toma nota de la cobertura de las cámaras, los callejones sin salida, los cuellos de botella y las oportunidades.
Pero tampoco desplanifiques en exceso. No des por sentado que alguien más va a poner las cosas en marcha. Si quieres que suceda algo, puede que tengas que ser tú quien lo haga. Del mismo modo, es mejor que una bolsa de materiales quede sin usar que carecer de lo que necesitas en un momento clave.
Si queremos llevar herramientas o recursos que puedan atraer la atención indebida y existe el riesgo de que se registren las bolsas en el punto de encuentro de la manifestación, esperaremos a unirnos a la manifestación hasta que comience a moverse y la policía cambie su enfoque de vigilar el perímetro a controlar a la multitud. Si no sabemos de antemano qué ruta tomará la manifestación, las personas que transportan materiales utilizan bicicletas para entrar y salir; esto también limita el tiempo que son visibles para la policía que flanquea o sigue a la manifestación. Esconder materiales a lo largo de la ruta puede funcionar, pero con demasiada frecuencia esto nos ha fallado después de que la manifestación tomara un giro inesperado; hoy en día, damos prioridad a otras soluciones.
Es útil pensar en cómo han evolucionado las tácticas policiales en tu contexto. ¿Está en buena forma la brigada antidisturbios local? ¿Suelen utilizar la táctica de «encerrar» a la multitud, bloqueando todas las salidas para realizar detenciones masivas? ¿Suelen atacar de forma específica los puntos de encuentro de las manifestaciones? ¿Qué tipo de gas lacrimógeno utilizan y en qué situaciones lo han utilizado? ¿Cuándo utilizan balas de goma? ¿Qué otros patrones puedes reconocer en su comportamiento?
Es probable que tu departamento de policía local estudie las tácticas de los manifestantes y desarrolle tácticas de control de multitudes en respuesta a ellas. Estas también cambiarán en función del personal disponible, los recursos policiales y otras cuestiones, como si los acontecimientos políticos o legales han hecho que ciertas tácticas de control de multitudes sean impracticables. Las manifestaciones son intrínsecamente impredecibles y es difícil anticipar lo que la policía tiene previsto para un día determinado, y mucho más lo que hará si se encuentra con alguna sorpresa. Por esta razón, intentamos adoptar una perspectiva amplia e histórica en nuestro análisis, con el objetivo de reflexionar sobre cómo varían las tácticas y la estrategia de represión según el contexto, en lugar de limitarnos a preguntarnos «¿qué pasó la última vez?» y esperar que vuelva a ocurrir lo mismo.
Para un enfoque más estructurado de la planificación, prueba el «modelado de amenazas»: considera las capacidades y motivaciones de tus adversarios, reflexiona sobre cómo podrías ser vulnerable a ellos y decide las contramedidas que reducirán esos riesgos y te permitirán alcanzar tus objetivos. Para inspirarte, puedes echar un vistazo a la Biblioteca de amenazas del Proyecto No Trace y a su tutorial, que explora el modelado de amenazas en el contexto de un bloque negro.
Para enfatizar esto, si estás planeando una acción en un solo grupo pequeño, probablemente deberías centrarte en lograr uno o dos objetivos concretos y mantenerte flexible más allá de eso. Si elaboras un plan complejo basado en una serie de contingencias que están fuera de tu control, es posible que las cosas no salgan como esperabas. Si tu plan no permite flexibilidad, puede ser prudente llevarlo a cabo y luego centrarse en salir de forma segura. Al hacer lo que has preparado y hacerlo bien, es posible que puedas crear un contexto en el que otras personas también puedan alcanzar sus objetivos.
Una manifestación del black bloc en Bandung, Primero de Mayo de 2019. Fotografía de Frans Ari Prasetyo.
Reunir todo lo necesario
Obtener todo lo necesario para llevar a cabo un plan puede costar dinero: guantes, ropa nueva, materiales, viajes y otros gastos. Intentamos repartir los gastos entre nosotras de manera que nadie sufra estrés financiero.
Hacemos todas las compras en efectivo y las compras delicadas las hacemos con antelación, repartiéndolas entre diferentes tiendas y vistiendo ropa que preserve nuestra privacidad, como un sombrero y una mascarilla N95. Para cada artículo importante, pensamos en cómo los investigadores podrían reconstruir dónde se compró y eliminamos cualquier número de serie o etiqueta RFID relevante.
Consideramos desechable cualquier prenda que vaya a estar visible mientras participamos en un bloque negro. Algunas personas llevan sus chaquetas impermeables personales y simplemente cubren los logotipos con cinta adhesiva, pero consideramos que esto es insuficiente. Si participamos en actividades de alto riesgo con determinadas prendas, esa será la última vez que las usemos. Tenemos cuidado de minimizar cualquier característica de la ropa que pueda servir para distinguirnos de otras personas del bloque. A veces basta con cubrir el logotipo con un rotulador negro o quitar las costuras, pero es mejor buscar prendas sin logotipos desde el principio. Preferimos la ropa holgada porque ayuda a ocultar la forma del cuerpo.
A continuación se ofrecen algunas pautas para comprar una capa desechable, enumeradas de la cabeza a los pies:
- Una máscara negra que no muestre las cejas. Una opción es convertir una camiseta de tejido transpirable (como el algodón) en una máscara, ya que se puede atar para ocultar completamente las cejas y la parte superior de la nariz. Los calzoncillos bóxer también pueden servir para este propósito. Otra opción es reducir el tamaño de los agujeros para los ojos de un pasamontañas transpirable añadiendo unas puntadas a cada lado.
- Unas gafas de sol negras anónimas. Sin gafas, los fotógrafos de la policía pueden tomar fotografías de alta resolución de tus ojos e identificar el color de tu piel. Para evitar que se empañen, aplicamos previamente un spray antivaho [recomendamos este] a las lentes. Puedes cambiarlas por gafas de natación tintadas en previsión del uso de gas pimienta, o por gafas resistentes a los impactos si existe riesgo de que se utilicen balas de goma. Si es necesario, puedes conseguir gafas de sol o gafas de natación graduadas, ya que es mejor no llevar lentes de contacto si puedes estar expuesto a armas químicas. Para las acciones nocturnas, es posible que necesites gafas de sol con un tinte más claro; prueba siempre tu equipo con antelación en las mismas condiciones en las que lo vas a utilizar.
- Una sudadera con capucha o chaqueta negra sin distintivos. Si la policía de tu zona utiliza a veces munición de pintura para distinguir a los manifestantes, puede ser útil llevar una segunda capa de ropa negra que se pueda quitar si se mancha. La ropa impermeable (como una chaqueta para la lluvia) es la más adecuada para este fin, ya que impedirá que el tinte penetre en las capas adicionales.
- Un par de guantes negros. Nos gusta usar guantes de trabajo con goma lisa en las palmas porque no se rompen fácilmente, las palmas son impermeables y permiten una buena destreza y agarre. Sin embargo, los guantes de goma lisa pueden retener huellas dactilares en el exterior e incluso transmitirlas a los objetos que manipulas; límpialos antes de una acción y ten cuidado de no dejar huellas en el exterior mientras te los pones. La alternativa es utilizar guantes de trabajo de tela, aunque estos pueden limitar la destreza. Si es posible que tengas que manipular botes de gas lacrimógeno, que permanecen extremadamente calientes durante algún tiempo después de que la policía los haya lanzado, asegúrate de utilizar guantes resistentes al calor.
- Unos vaqueros negros anodinos. Opcionalmente, para disimular mejor la forma de nuestro cuerpo, a veces llevamos pantalones de chándal negros desmontables sobre los vaqueros (más fáciles de quitar rápidamente), o pantalones de chándal (más fáciles de encontrar, y se puede hacer un pequeño corte vertical en la tela del tobillo para facilitar su retirada sin quitarse los zapatos), o pantalones de lluvia (mejores para resistir las municiones de pintura).
- Un par de calcetines negros grandes puestos sobre los zapatos, inspirándonos en los anarquistas de Chile. En varios casos, la decisión de no tomar esta precaución adicional ha dado lugar a que las descripciones del calzado se convirtieran en la principal prueba en los juicios. Estos calcetines deben ser lo suficientemente grandes como para que quepan fácilmente sobre los zapatos. Para facilitar su rápida retirada, utiliza unas tijeras o un cuchillo para hacer dos cortes de una pulgada a lo largo del tobillo de cada calcetín, uno a lo largo del empeine y otro a lo largo del otro lado; esto hará que la parte delantera del calcetín se doble, formando una «lengüeta» que podrás agarrar para arrancar el calcetín rápidamente.
Cómo convertir una camiseta en una máscara.
Dependiendo de la frecuencia con la que se celebren las manifestaciones, tener que conseguir ropa para cada una de ellas por separado puede suponer un gran esfuerzo, por lo que solemos comprar varias prendas de cada tipo y guardar las que sobran en casa de un amigo de confianza. Robar en las tiendas es una forma de evitar interacciones memorables con la persona que está en la caja registradora, pero si se sospecha que alguien está robando, la tienda puede conservar las imágenes de las cámaras de seguridad durante más tiempo de lo habitual, y ser sorprendido in fraganti podría permitir a las autoridades atar cabos.
A la hora de preparar el equipaje para la manifestación, aplicamos una norma de «necesidad de llevar», similar a la norma de «necesidad de saber» que aplicamos cuando compartimos información sobre nuestros planes más allá de nuestro grupo de afinidad. Si alguna persona es detenida, cualquier cosa que lleve consigo podría ser perjudicial para ella o para otros: un folleto de la manifestación podría utilizarse para demostrar que el detenido asistió intencionadamente, el contenido de una cartera podría proporcionar a los investigadores una gran cantidad de información nueva, una agenda podría revelar información sobre relaciones personales. Por esta razón, más allá de la ropa y los materiales específicos para el plan, lo reducimos al mínimo.
Nuestra norma es llevar un único documento de identidad por si nos detienen o sufrimos alguna lesión, así como algo de agua y unas cuantas barritas energéticas o aperitivos similares. Si tomas medicación a diario, puedes llevar unas cuantas dosis en el envase original por si te detienen. También es importante llevar suficiente dinero en efectivo para pagar un taxi o el transporte público, o para pasar desapercibida en una cafetería o un restaurante después. Si es relevante para el contexto de la cárcel local, es posible que necesites llevar monedas para hacer una llamada en caso de detención. Aparte de eso, deja todo lo demás en casa. Revisa tus bolsillos y bolsos en busca de objetos sueltos como folletos, recibos, revistas y notas. Incluso si no te detienen, cualquier cosa que lleves es un objeto más que podría perderse en el caos y ser recogido más tarde y potencialmente vinculado contigo u otras personas.
Cómo convertir una camiseta en una máscara. También puedes usar calzoncillos bóxers u otras prendas ajustadas normales. A diferencia del modelo de este vídeo, debes asegurarte de cubrirte las cejas.
Mantener todo limpio
Después de una manifestación, es habitual que el equipo forense busque prendas de vestir y herramientas abandonadas cerca de la ruta de la manifestación o del punto de dispersión, por lo que es importante tener cuidado al manipular, almacenar y transportar los materiales.
Nunca tocamos las herramientas que vamos a llevar sin guantes, para asegurarnos de que no quedan huellas dactilares en ellas. Es más fácil evitar dejar huellas dactilares en algo desde el principio que confiar en eliminarlas con un paño empapado en acetona, que puede ser menos eficaz en algunos tipos de superficies. Por ejemplo, en una superficie metálica, las huellas dactilares pueden dejar una marca que debe eliminarse con un material abrasivo como el papel de lija.
En algunos casos, puede ser importante intentar mantener los materiales libres de nuestro ADN. Las células de la piel, el cabello, la saliva, la sangre y el sudor son fuentes de ADN y, a diferencia de las huellas dactilares, el ADN no se puede eliminar de forma fiable de un objeto una vez que ha sido contaminado. Un buen punto de partida es ponerse un par de guantes nuevos no permeables (es decir, guantes de goma para lavar platos en lugar de guantes de algodón o similares) antes de manipular objetos, sin tocar nunca el exterior de los guantes. La probabilidad de que se utilicen las pruebas forenses de ADN parece ser directamente proporcional al coste de las pruebas en una jurisdicción determinada. Algunos países ya cuentan con laboratorios forenses que permiten la recogida de pruebas de ADN incluso para la investigación de delitos menores, pero en Estados Unidos las pruebas de ADN aún no son habituales para la recogida de pruebas en manifestaciones.
Si se encuentra ADN en un objeto móvil, la persona con la que está asociado podría haber interactuado con ese objeto semanas antes, por lo que es menos convincente que alguien estuviera presente en el lugar de los hechos en comparación con si se encontrara su ADN en un objeto fijo, como una ventana rota. Es imposible evitar dejar rastros de ADN en la ropa que se ha usado, por lo que nos aseguramos de no dejar ropa atrás cuando se considera la posibilidad de realizar análisis forenses de ADN.
Obsérvese cómo este manifestante en Chile se ha puesto calcetines sobre los zapatos para ocultar su calzado mientras se esfuerza por proteger a su comunidad de este cañón de agua. Sin embargo, misteriosamente, no lleva guantes y lleva una sudadera con un diseño reconocible.
Preparación para la represión y las redadas
Un elemento esencial de la preparación es planificar para los peores escenarios. La represión siempre golpea más fuerte cuando no estás preparada para ella. Encontrarte bajo custodia policial sin saber quién será tu abogado, quién cuidará de tu perro, cómo informar a tu jefe de que no podrás ir a trabajar o quién pagará tu fianza es muy duro. Nos preparamos colectivamente para cada manifestación como si fuéramos a pasar al menos una noche encerrados, por ejemplo, contratando a un abogado y memorizando su número. Esto puede parecer agotador emocionalmente, pero creemos que en realidad nos permite actuar con mayor libertad. Otras formas de prepararse podrían ser dar a alguien una llave de repuesto de la casa, organizar el cuidado de niños y niñas, o las mascotas, acordar con alguien que pague la fianza o el alquiler, compartir los datos de acceso a una cuenta de correo electrónico o a una cuenta colectiva en las redes sociales, y cosas por el estilo.
Otra cuestión importante que hay que tener en cuenta es: si la policía registra tu casa en busca de pruebas, ¿encontrará algún objeto que le ayude a construir un caso? Por supuesto, cada uno tendrá que responder a esta pregunta según el contexto, pero lo importante es recordar que nunca se sabe cuándo se producirá un registro domiciliario ni qué buscará la policía. Por lo tanto, debemos asegurarnos de que nuestras casas estén siempre lo más libres posible de materiales que puedan resultar interesantes para un fiscal.
Como regla general, no guardes nada especialmente delicado en casa. No siempre es un problema un único objeto incriminatorio, como una prenda de ropa captada por las cámaras de vigilancia, sino que también debemos evitar lo que llamamos la «colección sospechosa». Algunos ejemplos de cosas que no guardamos en casa son fuegos artificiales, tirachinas, demasiadas prendas del mismo tipo (guantes, máscaras, sudaderas con capucha negras) y similares.
Por supuesto, los objetos delicados deben guardarse en algún lugar. Una opción es hacerlo en las casas de amigos de confianza que no vayan a ser registrados, aunque, una vez más, para evitar crear una colección de objetos que juntos parezcan sospechosos, puede ser útil guardar los diferentes objetos en diferentes lugares o distribuirlos entre las casas de diferentes amigos. Otra opción es esconder los artículos al aire libre en un lugar donde nadie los encuentre, donde sea posible acceder a ellos sin ser observado (enterrados en un bosque lejos de cualquier sendero, escondidos en el techo de un edificio abandonado).
En cuanto a los objetos que guardamos en casa, no los almacenamos en una estantería «de demostración», sino que los guardamos donde deben estar, por ejemplo, un paquete sellado de guantes con los productos de limpieza. Nuestro abogado debería poder proporcionar razones convincentes y legítimas para cualquier cosa que haya en nuestras casas.
Manifestantes en Chile en 2019.
El policía en tu bolsillo
Los investigadores policiales suelen analizar el uso del teléfono y el ordenador de los sospechosos para intentar construir un caso contra ellos. La cultura de la dependencia de los teléfonos inteligentes, que se ha normalizado en toda la sociedad durante la última década, facilita su trabajo. Por otro lado, mientras que antes el Estado podía supervisar de forma remota las llamadas de voz y los mensajes de texto no cifrados, esto ya no es así gracias a la adopción generalizada de aplicaciones de mensajería cifrada como Signal. Las principales amenazas han adoptado otras formas.
En lo que respecta a la vigilancia telefónica actual, hay tres áreas principales que suscitan preocupación: la activación encubierta del micrófono, el rastreo de la ubicación y la recuperación de datos.
De estas, la activación encubierta del micrófono suele ser la que más atención recibe, pero en realidad es la menos probable, ya que requiere más recursos. El teléfono debe estar infectado primero con algún tipo de malware para poder activar de forma encubierta su micrófono y convertirlo en un «micrófono oculto». Por lo general, esto significa que el dispositivo debe ser objeto de una infección específica.
En cuanto al seguimiento de la ubicación, la conexión de un teléfono a las torres de telefonía móvil revela de forma inherente su ubicación al proveedor de servicios móviles, y se puede acceder a estos datos de ubicación de forma retroactiva. Con solo conocer un número de teléfono, la policía puede trazar rápidamente un mapa de todos los lugares en los que ha estado ese teléfono y mostrar fácilmente los patrones y las conexiones durante un periodo de tiempo determinado, por ejemplo, el año anterior o la semana anterior a la manifestación.
Si uno de nosotros es detenido, incluso el policía o el fiscal más tonto puede pensar en preguntar con quién estábamos y dónde estábamos en el momento previo a la detención. El seguimiento automático de la ubicación de los teléfonos móviles hace que esta información sea fácilmente accesible. Cualquier persona que pueda ser objeto de una investigación debe saber que llevar su teléfono consigo en su vida cotidiana puede proporcionar a los investigadores una comprensión más o menos completa de con quién se organiza, ya que les resulta fácil analizar qué teléfonos se encuentran regularmente cerca. A la policía le interesa especialmente saber quién participa en una reunión: si todos acuden a una reunión con sus teléfonos, es fácil determinar quiénes estaban presentes, incluso si todos los teléfonos se apagan de antemano.
La única forma de defenderse del rastreo de la ubicación es evitar llevar habitualmente el teléfono, es decir, dejarlo en casa de forma habitual, no solo para reuniones y manifestaciones delicadas. Cuanto más implementemos colectivamente esta práctica en nuestras comunidades y nos resistamos a la norma dominante (por ejemplo, haciendo planes con antelación en lugar de depender de la disponibilidad digital constante), más fácil será cambiar nuestras prácticas a nivel individual.
En cuanto a la recuperación de datos, si la policía obtiene acceso físico a un teléfono, debemos asumir que, tarde o temprano, podrá leer su contenido. Las detenciones suelen ir acompañadas de una orden judicial para confiscar todos los teléfonos y ordenadores, y muchos departamentos de policía tienen contratos con empresas como Cellebrite, que desarrollan tecnología para eludir el cifrado de discos. Un documento filtrado de julio de 2024 muestra que Cellebrite puede desbloquear casi todos los teléfonos Android e iOS (con la excepción de GrapheneOS, una variante de Android centrada en la seguridad que recomendamos). También es importante tener en cuenta que las aplicaciones de mensajería cifrada como Signal no resuelven este problema. Ninguna aplicación para teléfonos móviles es capaz de «hacer desaparecer» los mensajes de un disco de forma que se garantice que un especialista forense no pueda recuperarlos, ya que para borrar realmente los datos es necesario reformatear toda la unidad. Para hacerse una idea del tipo de datos del teléfono que interesan a la policía, lea el testimonio de un acusado del J20 cuyo teléfono fue confiscado.
Es incómodo tener que tener cuidado con nuestros teléfonos, pero es aún más incómodo acabar entre rejas. Las amplias posibilidades de vigilancia telefónica se vuelven menos amenazadoras cuando tratamos nuestros teléfonos como si no fueran fiables y los dejamos en casa siempre que sea posible. Como se afirma en una reciente propuesta de seguridad, «Llevar el teléfono contigo tiene implicaciones de seguridad para todas las personas con las que interactúas».
Siempre que escribas algo en un teléfono, ten en cuenta la posibilidad de que pueda ser leído en voz alta en un tribunal. Todas las conversaciones verdaderamente delicadas deben realizarse en persona, al aire libre, dejando los teléfonos en casa. Los teléfonos son útiles para intercambiar información no confidencial o programar una reunión, pero no para comunicar nada que pueda interpretarse como prueba de conspiración criminal. Si un plan requiere comunicación a distancia, considera la posibilidad de comprar de forma anónima «teléfonos desechables» o walkie-talkies.
Siempre que nos vemos obligados a utilizar tecnología digital para cualquier asunto delicado, utilizamos exclusivamente el sistema operativo Tails, una variante de Linux que se ejecuta desde una memoria USB y no deja rastro en el ordenador. Tenga en cuenta que el único cifrado de disco fiable para ordenadores requiere el uso de un sistema operativo Linux: no es posible descartar puertas traseras en Windows y macOS porque su código fuente no está disponible públicamente, y los investigadores de seguridad han descifrado repetidamente el cifrado de disco de Windows.
En las calles
Manifestantes en Berkeley, California, el 1 de febrero de 2017.
Convertirse en anónimo
Cuando se forma un bloque negro, los participantes suelen ponerse su ropa negra a juego cerca del punto de encuentro de la manifestación. Las personas se filtran en la zona con ropa de civil, se cambian a ropa de bloque negro para unirse al bloque negro y, después, vuelven a ponerse ropa de civil para abandonar la zona. Para garantizar que nadie pueda establecer una conexión entre tu ropa «de civil» y la del «bloque», es importante que estos dos cambios de ropa no sean documentados ni presenciados por la policía, los periodistas o cualquier otra persona en la que no confíes para tu libertad. Por la misma razón, una vez que empieces a cambiarte de ropa, debes hacerlo de forma inmediata y completa, sin etapas intermedias en las que se mezclen elementos de ambos conjuntos. Puedes ser visto con ropa de civil o con ropa del bloque negro, pero no con una mezcla de ambas. Incluso con tu atuendo de civil, es mejor que siga siendo difícil identificarte; una vez más, una mascarilla N95 genérica y un sombrero pueden ser de gran ayuda sin llamar demasiado la atención.
En lugar de reunirse en un punto de convergencia, los black blocs también pueden formarse sobre la marcha, lo que puede dificultar que la policía obtenga imágenes de las personas cambiándose. Esto puede ser más fácil dentro de una multitud más grande.
Nos cambiamos a nuestra ropa de bloque en el mejor lugar que podemos encontrar, fuera de la vista de la policía, las cámaras de vigilancia y los teléfonos inteligentes que graban. El lugar ideal es fuera del área inmediata en la que se centra la policía, pero lo suficientemente cerca del punto de convergencia como para poder llegar a él sin ser detenido. Si no hay una opción mejor, nos retiramos lo más posible al centro de la multitud y nos cambiamos acurrucados detrás de pancartas y paraguas. Siempre que sea posible, es mejor cambiarse debajo de toldos, pasos elevados u otras formas de cobertura que bloqueen la vista de los drones. En algunos casos, habrá policías encargados específicamente de identificar a las personas, y los investigadores pueden pasar horas revisando todas las imágenes disponibles. Es una buena idea practicar con antelación cómo ponerse y quitarse la ropa del bloque para que el proceso sea más rápido y menos estresante.
Si nuestras prendas cumplen su función, a la policía le resultará más difícil distinguir entre las personas, llevar un registro de quién es quién y proporcionar un testimonio convincente ante el tribunal. Después de cambiarnos, nos revisamos rápidamente unas a otras para asegurarnos de que no quede al descubierto ningún pelo, ceja o (idealmente) piel, que no se vea ninguna prenda de la «capa civil» y que no queden expuestos otros detalles como cicatrices, piercings o tatuajes. Para transportar materiales, generalmente preferimos bolsas de mano negras lisas en lugar de mochilas, ya que estas últimas son más fáciles de distinguir. Algunas mochilas se pueden comprimir bien cuando se llevan debajo de una sudadera con capucha, lo que puede ser útil para llevar equipo que no necesitamos inmediatamente, como ropa. Si vamos a utilizar equipo de protección (chalecos antibalas, cascos, máscaras antigás y gafas protectoras), puede ser una buena idea que las personas participantes del bloque negro decidan colectivamente un modelo específico con antelación; de esta manera, aunque el equipo de protección tenga algunas características distintivas, al menos no será posible distinguir a un participante del bloque negro solo por eso.
A veces, en lugar de llevar ropa del bloque negro, un grupo decide que es más apropiado participar en una manifestación como bloque claro. En este caso, en lugar de vestirse de negro de pies a cabeza, los participantes ocultan sus rostros mientras llevan ropa cotidiana, como sudaderas con capucha o ropa de lluvia, y eligen colores apagados, como el gris y el marrón. La idea es mezclarse con otros manifestantes, ya que la policía puede identificar y atacar más fácilmente a un bloque claramente distinguible.
Sin embargo, si se producen detenciones, puede ser más fácil condenar a un manifestante del «bloque light» que a uno que participe en el bloque negro. Llevar ropa «anónima» no hace que los y las participantes sean indistinguibles, por lo que será más fácil para un policía encubierto, un informante o un espectador dentro de la manifestación seguir de forma fiable a alguien a quien hayan visto cometer una acción determinada, y más fácil para un fiscal establecer una continuidad convincente entre la persona que fue vista cometiendo una acción y la persona que fue detenida posteriormente. Llevar ropa negra sin logotipos, prácticamente idéntica a la que llevan otras personas, hace mucho más difícil establecer esa continuidad, ya sea a través de testimonios o de imágenes de vigilancia. La ropa negra es difícil de distinguir de otra ropa negra, a diferencia de la ropa de color, que tiene tonos distintos. El color negro también es el que más luz absorbe, lo que hace menos probable que se puedan identificar en las imágenes de vídeo las características del cuerpo y detalles como los bolsillos y los dobladillos.
Por estas razones, generalmente preferimos vestirnos completamente de negro cuando hay suficientes personas participando para que sea efectivo. La lógica de vestirse completamente de negro es bastante evidente, por lo que la táctica tiene el potencial de extenderse ampliamente en las calles. Por ejemplo, durante las protestas en Filadelfia tras la desestimación de los cargos contra el policía que asesinó a Eddie Irizarry, un informe señaló que los saqueadores y alborotadores enmascarados vestían en su gran mayoría ropa negra.
Tomar decisiones en el calor del momento
La toma de decisiones en grupo puede resultar difícil cuando el tiempo es escaso y las circunstancias son estresantes. Durante las reuniones de planificación, nuestro objetivo es debatir ampliamente las propuestas y asegurarnos de que todos los participantes tengan la oportunidad de explicar sus posiciones, pero eso no siempre es posible durante una manifestación. Por lo tanto, nos aseguramos de que cada persona tenga uno o dos compañeras con los que permanecer durante toda la manifestación, de modo que puedan tomar decisiones urgentes en grupos más pequeños y ágiles.
Por lo general, es imposible saber si hay agentes encubiertos al alcance del oído, por lo que tenemos cuidado de no utilizar el nombre real de nadie durante las manifestaciones. Elegimos un nombre de grupo temporal (¡solo para una vez!) para llamarnos cuando necesitamos reagruparnos en un momento caótico o para indicar que todos necesitamos ponernos en contacto. También creamos alias temporales para identificarnos si parece necesario, aunque normalmente basta con señalar con el dedo.
Es importante evitar el pánico y la propagación de rumores. Intentamos no tomar decisiones basadas en información no verificada, sino en lo que podemos observar directamente; por ejemplo, prestando atención a cómo se mueve la policía en términos de equipo, número de efectivos y vehículos, en lugar de suponer lo peor cuando la situación se vuelve aterradora. Cuando compartas información, transmite lo que has presenciado («¡He visto a la primera línea de la policía poniéndose máscaras antigás!») en lugar de la conclusión que sacas de ello («¡Nos van a gasear!»), para que las personas a las que te diriges puedan sacar sus propias conclusiones informadas.
Cuando informes de lo que has visto tú mismo, puedes utilizar los protocolos SALUTE (tamaño/fuerza, actividad, ubicación y dirección, uniforme/descripción, hora y fecha de la observación, equipo) o ALERTA (actividad, ubicación, equipo, respuesta solicitada, hora y fecha, apariencia) protocolos para maximizar la utilidad de la información que transmites.
Las manifestaciones pueden desarrollarse a un ritmo muy rápido, lo que puede dificultar la comunicación entre las personas participantes y, en ocasiones, dar lugar a interacciones hirientes o frustrantes. Esto puede ser bastante difícil de manejar en el momento, sobre todo porque cada persona reacciona de forma diferente ante situaciones estresantes. Por lo general, consideramos que lo mejor es abordar este tipo de dinámicas más tarde, durante una reunión informativa.
Existen herramientas para reducir el impacto negativo de este estrés en nuestra salud física y mental y en nuestras relaciones. Todos los grupos afines pueden beneficiarse del aprendizaje de prácticas somáticas para regular el sistema nervioso bajo estrés e incorporarlas a su rutina de acción callejera.
Vigilancia policial
Siempre es posible que policías encubiertos intenten infiltrarse en multitudes combativas, especialmente en bloques negros más grandes en los que ninguna persona participante reconoce a las demás.1 Si asumen este riesgo, su objetivo probablemente será observar quiénes participan en acciones de alto riesgo, tomar nota de lo que llevan puesto esas personas después de cambiarse de ropa y seguirlas después de que el bloque se disperse para arrestarlas con la ayuda de otros policías de la zona. Hace varios años, en una ciudad norteamericana, los manifestantes se enfrentaron verbalmente a policías encubiertos, que sacaron porras extensibles. En las manifestaciones posteriores en esa ciudad, policías encubiertos aparecieron en grupos tan grandes que era imposible no verlos, o, aparentemente, no se presentaron en absoluto. La policía está sindicalizada, e incluso sus altos salarios no son suficientes para persuadirles de que se arriesguen a sufrir lesiones cuando pueden evitarlo, especialmente teniendo en cuenta que los agentes encubiertos no pueden llevar equipo de protección policial reconocible.
Los policías uniformados que vigilan la manifestación suelen grabar en alguna medida, y la calidad de estas imágenes puede ser bastante buena. Los departamentos de policía ya utilizan drones para vigilar las manifestaciones. La policía suele analizar al menos algunas de estas imágenes en tiempo real, mientras la acción aún está ocurriendo, para facilitar las detenciones selectivas durante las cargas policiales o en los momentos posteriores a la dispersión de la manifestación, cuando ya no existe la capacidad colectiva para defenderse.
Si alguna vez vemos a la policía señalando a alguien, especialmente a los oficiales al mando, nos aseguramos de hacérselo saber a esa persona. A veces, esto puede ser solo con fines intimidatorios. Si te ocurre esto, cambiarte de ropa cuando están centrados en ti puede que no resuelva tus problemas si la policía es capaz de mantener una línea de visión. Lo último que quieres hacer es quemar tu ropa de salida cuando ya eres un objetivo. Asegúrate de salir de su campo de visión de forma segura antes de cambiarte de ropa.
Otras formas de vigilancia
No solo la policía grabará: las cámaras de vigilancia, los espectadores e incluso otros manifestantes también pueden estar grabando. Muchas policías participantes en el levantamiento de George Floyd fueron arrestadas y condenadas únicamente sobre la base de este tipo de pruebas. Grabar a quienes participan en actividades de alto riesgo equivale, en la práctica, a testificar contra ellas en un tribunal, independientemente de tus intenciones. Intentamos fomentar una cultura de manifestación en la que no se tolere en absoluto la grabación (ya sea por parte de retransmisores en directo, periodistas u otras personas manifestantes con teléfonos inteligentes), inspirándonos en cómo los black blocs de Portland han tratado de normalizar esta expectativa colectiva tras varios casos judiciales que se basaron en este tipo de pruebas.
Cuanto antes se retiren las cámaras de la manifestación, mejor, idealmente antes de que ocurra algo que puedan documentar.
Es importante dar a las personas que están filmando la oportunidad de guardar sus dispositivos cuando se les pida. Las personas participantes o simpatizantes pueden distribuir folletos durante una manifestación en los que se explique por qué no se tolera la filmación. Aunque algunos streamers en directo intentarán obstinadamente seguir poniendo en peligro la libertad de los demás con la esperanza de ganar seguidores en las redes sociales, la mayoría de la gente simplemente no ha pensado mucho en cómo la filmación ayuda en última instancia a la policía. En cualquier caso, cuando alguien sigue filmando después de que se le haya pedido que no lo haga, es perfectamente razonable establecer un límite. En lugar de entrar en una pelea que distraiga la atención, una opción es simplemente cubrir sus lentes con pintura en aerosol, utilizando una boquilla gruesa diseñada para grafitis, que tiene un largo alcance.
Desgraciadamente, incluso los observadores legales que se dedican exclusivamente a grabar las detenciones policiales pueden hacer que sea más arriesgado resistirse a la detención o liberar a los detenidos. Hay muchas formas de contribuir a obstaculizar la labor de la policía que no requieren crear pruebas documentales que puedan utilizarse en contra de las personas. Barricadas, pancartas reforzadas, escudos, paraguas, extintores de gas lacrimógeno, láseres, fuegos artificiales, mástiles, extintores, cortinas de humo, abrojos y pintura pueden servir para evitar que se produzcan detenciones.
Incluso las pancartas de tela normales pueden ser útiles para bloquear a los fotógrafos. Por esta razón, sin mencionar el hecho de que permiten que los espectadores vean los mensajes pintados en ellas, los participantes en una marcha no deben llevar pancartas en medio de la multitud, sino que deben colocarse al frente, a los lados y al final de la marcha, sosteniendo las pancartas lo suficientemente alto como para ocultar los cuerpos de los participantes sin bloquear su visión de las calles que los rodean.
Incluso los fotógrafos bienintencionados pueden suponer una amenaza para los y las manifestantes.
Otras amenazas
Probablemente, la policía será la amenaza más poderosa a la que tendrás que enfrentarte, pero puede que no sea la más peligrosa. Los reaccionarios de extrema derecha pueden actuar de forma más impredecible y con menos moderación. Al menos en Estados Unidos, esto a veces puede implicar ataques con vehículos o armas de fuego. Durante la rebelión de George Floyd en 2020, con el fin de proteger a las multitudes de los automóviles, se convirtió en una práctica habitual en algunas ciudades flanquear las manifestaciones con coches. Este modelo tiene inconvenientes evidentes: puede ralentizar las marchas e inhibir su movilidad, además de exponer a los conductores a riesgos legales.
En cuanto a la amenaza de ataques con armas de fuego, debes conocer la ubicación del hospital más cercano con un centro de traumatología y tener un plan para llegar hasta él; lee esta guía que detalla cómo responder a las heridas de bala durante las manifestaciones. Puede asistir a las manifestaciones con armadura, pero a menudo lo mejor es simplemente concentrarse en estar atento a su entorno y estar alerta.
Por ahora, la probabilidad de correr peligro por culpa de un conductor o de recibir un disparo durante una manifestación no es mucho mayor que la probabilidad de correr peligro por culpa de un conductor o de recibir un disparo en cualquier otra situación en Estados Unidos. La cuestión de cómo lidiar con las armas de fuego en las manifestaciones plantea una serie de otras preguntas que exceden el alcance de este texto.
Bajo los adoquines, la playa
Frente a un adversario bien equipado y entrenado para el conflicto simétrico, la principal fortaleza de las manifestaciones radica en la movilidad. La policía antidisturbios tiene que llevar mucho equipo pesado, lo que le dificulta mantener un ritmo de carrera durante mucho tiempo. Su estrategia tiende a basarse en sprints cortos para dispersar o «acorralar» a la multitud antes de tener que detenerse o subir a un vehículo, y las furgonetas policiales necesitan que las calles estén libres de barricadas para poder seguir el ritmo de la manifestación.
Teniendo esto en cuenta, si somos más que la policía cuando esta carga, a menudo no es necesario correr y, en cualquier caso, es importante no entrar en pánico. Una manifestación que se mueve demasiado rápido tiende a perder compactibilidad, lo que puede facilitar a la policía la selección de manifestantes para detenciones selectivas o la división de la manifestación.
Al mismo tiempo, también hay momentos en los que puede ser crucial que un pequeño número de personas actúe con rapidez. Por ejemplo, cuando un pequeño número de policías intenta formar una línea para acorralar a la manifestación, si un número suficiente de manifestantes consigue pasar al otro lado de la línea, los agentes pueden optar por retirarse en lugar de arriesgarse a quedar rodeados. En Alemania, el lema «cinco dedos forman un puño» ha descrito una variedad de tácticas en las que pequeños grupos penetran en las líneas policiales para reunirse en un gran grupo al otro lado.
Históricamente, los proyectiles, los fuegos artificiales y las barricadas pueden impedir el avance de la policía. Si asistes a un gran número de manifestaciones, es posible que te encuentres en una situación en la que la gente utilice algunas de estas tácticas. Independientemente de si decides participar en ellas, es importante que comprendas lo que esas personas están haciendo y por qué.
Si la gente empieza a utilizar proyectiles, es fundamental insistir a todo el mundo en que solo se deben lanzar objetos desde la parte delantera de la multitud. Cuando la gente lanza proyectiles por encima de las cabezas de otros manifestantes, esto puede provocar lesiones graves. Lo mismo ocurre cuando se lanzan proyectiles contra un objetivo que tiene gente delante o al lado. Por muy buena que sea la puntería, a veces los objetos rebotan en las ventanas y golpean a las personas que se encuentran cerca, o hacen volar fragmentos de cristal roto. La policía antidisturbios está equipada con costosos equipos de protección financiados por los contribuyentes, pero los manifestantes o los transeúntes podrían sufrir lesiones graves.
Hemos visto a grupos recoger proyectiles de antemano para vaciar bolsas llenas de ellos en el suelo entre la multitud y la policía al inicio de un enfrentamiento, lo que permite que aquellos que llegaron con las manos vacías se unan a la acción.
Tanto las piedras como los martillos pueden romper ventanas, pero cada uno de ellos implica diferentes consideraciones de seguridad. Las piedras pueden tener una gama más amplia de funciones; cuando ya no se necesitan, si se dejan en un lugar adecuado, llamarán menos la atención del equipo forense que un martillo. Los martillos pueden ser más seguros de usar en una situación caótica o con mucha gente. Se pueden utilizar una y otra vez, son más fáciles de apuntar y son útiles para las ventanas, que son más propensas a romperse cuando se golpean en las esquinas, donde el cristal es más rígido. Si alguien rompe una ventana con un martillo, esto salpicará pequeñas partículas de cristal en la ropa de cualquier persona que se encuentre cerca, y la policía tiene linternas especiales para detectar estos rastros, mientras que las piedras se pueden lanzar desde una distancia suficiente para evitar este problema. Otro riesgo asociado al uso de martillos para romper cristales es cortarse, por ejemplo, si el impulso hace que la mano del usuario atraviese la ventana cuando se rompe. Con un martillo de construcción con el peso adecuado, basta con un simple movimiento de muñeca para generar la fuerza suficiente para romper la mayoría de las ventanas, mientras se mantiene el brazo quieto y alejado de los fragmentos de vidrio.
Cada vez más, los bancos, las cadenas corporativas y los edificios gubernamentales están equipados con ventanas costosas que son difíciles de romper. El vidrio puede ser más grueso y estar laminado con capas especiales, o puede parecer especialmente elástico, como es típico de los paneles de policarbonato. No conocemos ningún método sencillo para identificar estos tipos de ventanas más resistentes, y recomendamos no difundir mitos en el sentido de que alguna categoría amplia de ventanas es «irrompible». A menudo, simplemente se necesita más fuerza o varios golpes en la misma esquina. Los trozos de un material excepcionalmente denso, como la porcelana, pueden ser más eficaces que las piedras.
El cóctel Molotov ha sido glorificado como símbolo de resistencia durante varias décadas. Pero la idealización puede ser peligrosa, ya que oculta medios más seguros y eficaces para lograr los mismos objetivos. A diferencia de una botella de acelerante en su envase original, un cóctel Molotov está clasificado legalmente como un «artefacto explosivo improvisado», lo que agrava las pautas de sentencia por su posesión o uso. Cualquiera que esté pensando en fabricar o utilizar uno debe reflexionar detenidamente sobre los riesgos que conlleva, incluida la posibilidad de cumplir una pena de prisión significativa.
La conclusión es que, al igual que nada es más peligroso que la imposición de la «ley y el orden» autoritarios, no hay nada más seguro que una ciudad que se ha descontrolado. Cuando la policía renuncia a intentar dominar todo el terreno y se limita a defender un territorio fijo,2 muchas cosas que de otro modo serían imposibles se vuelven posibles.
Desaparecer sin dejar rastro
Para luchar otro día
Es importante reconocer cuándo la policía ha logrado recuperar el control de la situación. Una vez que la mayor parte de la multitud se ha dispersado, probablemente sea el momento de retirarse. La decisión de volver a casa en ese momento depende de la probabilidad de que las cosas se reanuden o de si todavía hay actividad en algún lugar cercano. Sin embargo, es mejor evitar el «pastoreo», es decir, cuando grupos de personas que acaban de quitarse la ropa del bloque se quedan merodeando en un lugar, esperando a ver si ocurre algo emocionante, sin tomar ninguna iniciativa por sí mismos. Esto proporciona a la policía más oportunidades de realizar detenciones, sin que por lo general se consiga nada útil.
Prestamos especial atención a si alguien parece seguirnos en los minutos posteriores a cambiarnos la ropa del bloque, para poder evadirlo antes de que tenga tiempo de coordinar un arresto. No evaluamos esta amenaza basándonos únicamente en si alguien parece un policía: si la policía tiene algo de sentido común, asignará roles encubiertos a aquellos que no parecen agentes. Más bien, observamos si algún desconocido nos sigue después de que la manifestación se haya dispersado. Giramos con frecuencia para que cualquiera que nos persiga se vea obligado a hacer la misma serie ilógica de giros para mantenernos a la vista. Si alguien hace esto, tenemos que actuar como si fuera un policía encubierto o un informante. Seguimos caminando con calma hasta que giramos la siguiente esquina o escapamos de su línea de visión, y entonces echamos a correr, tratando de romper su línea de visión repetidamente hasta que los perdemos por completo. Lo ideal es que hayamos escapado para cuando se den cuenta de que los estamos evadiendo. Podemos seguir corriendo para salir de la zona, tomando rutas que sean más difíciles de interceptar en bicicleta o en coche o de rastrear con drones, por ejemplo, subiendo o bajando escaleras, o atravesando parques, centros comerciales, estaciones de transporte público, puentes peatonales y túneles. No podemos dejar de insistir en lo útil que ha sido aprender las técnicas básicas del parkour para cosas como saltar una valla sin torcerse un tobillo.
Siempre es una decisión difícil decidir si deshacernos de nuestra ropa y materiales del bloque poco después de dispersarnos o llevarlos más lejos (por ejemplo, en una bolsa de mano colorida, una bolsa de la compra o una mochila) antes de deshacernos de ellos. Tomamos esta decisión en el momento, tratando de evaluar la probabilidad de que nuestras bolsas sean registradas al salir de la zona. Aunque el contenido de una bolsa pueda no ser suficiente para obtener una condena en un juicio, ser acusado puede suponer meses o años de estrés e inconvenientes. Sopesamos este riesgo con el riesgo de que un equipo de recogida de pruebas pueda encontrar objetos en las inmediaciones de la manifestación y enviarlos a un laboratorio forense. Si puedes transportar ropa y materiales fuera de la zona de forma segura, debes hacerlo.
Cuando desechamos cosas, buscamos aprovechar lugares donde el equipo de recolección de pruebas no las encuentre fácilmente. Nuestro objetivo es utilizar lugares separados para deshacernos de los materiales (que hemos hecho todo lo posible por mantener limpios de rastros forenses) y la ropa (que inevitablemente conservará al menos algo de ADN), de modo que no puedan asociarse fácilmente aunque se encuentren. Si vamos a deshacernos de materiales, intentamos encontrar oportunidades discretas para hacerlo antes de que el bloque se disperse, de modo que cualquiera que sea arrestado después de la dispersión solo lleve ropa encima. Incluso si nos deshacemos de materiales, es posible que decidamos llevar ropa.
Al sacar cosas de la zona, un registro de bolsos será menos incriminatorio si la ropa es indistinguible de la de otros participantes en la manifestación. Una vez que estamos lo suficientemente lejos de la zona, nos deshacemos de todo discretamente, por ejemplo, en un contenedor de basura o en un cubo de basura.
En algún momento de la semana siguiente, hacemos un informe como grupo, al aire libre y sin teléfonos. ¿Qué funcionó? ¿Qué debemos evitar en el futuro? ¿Qué queríamos hacer pero no pudimos? ¿Qué nos queda por resolver? ¿Es necesario apoyar a los detenidos? ¿Cómo se siente la gente? ¿Debemos publicar (de forma segura y anónima) nuestras reflexiones sobre los acontecimientos? ¿Qué es lo siguiente?
El mejor remedio para la paranoia es el realismo y una buena preparación
Durante los periodos de paz social entre los estallidos de revuelta social generalizada, las fuerzas de represión solo tienen que enfrentarse a un número relativamente pequeño de adversarios. Tomamos todas las contramedidas aquí discutidas porque queremos poder seguir llevando a cabo acciones directas a largo plazo, incluso si se dedican importantes recursos de investigación a reprimir las redes en las que participamos.
Dicho esto, es importante tener en cuenta que, en el contexto de Estados Unidos, la gran mayoría de los casos contra manifestantes en los últimos años se han basado en unas pocas fuentes de pruebas que son fáciles de abordar:
- No llevar una (buena) máscara. Es inevitable que algunas personas se lancen a la calle sin ponerse primero una máscara. Los y las anarquistas pueden anticiparse a esto y llevar unas cuantas mochilas llenas de camisetas negras y guantes para distribuirlas. Esto puede cambiar literalmente la vida de las personas.
- Llevar ropa distintiva. Gracias a las fotografías, las grabaciones de vídeo, los testimonios policiales y los registros de compras online, cualquier prenda distintiva puede ayudar a identificar a un sospechoso.
- Usar el teléfono de forma incriminatoria, por ejemplo, enviando mensajes de texto incriminatorios o como consecuencia de capturas de pantalla, fotos, historial de búsqueda, uso de redes sociales o historial de ubicación del teléfono.
- Realizar compras de forma identificable. Las compras son más fáciles de vincular a una identidad si se realizan en las semanas previas a la manifestación, cuando las imágenes de las cámaras de vigilancia de las tiendas siguen siendo más accesibles para los investigadores. Lo mismo ocurre cuando las compras no se realizan en efectivo y, del mismo modo, cuando los números de serie o las etiquetas RFID permanecen en los artículos.
- Si se encuentren materiales incriminatorios en un registro domiciliario. Por eso desechamos todos los artículos que pueden vincularse a acciones específicas y guardamos los artículos sensibles fuera de casa.
Con demasiada frecuencia, los debates sobre «seguridad» hacen que las personas se limiten innecesariamente. En cambio, queremos abordar este tema de una manera que nos permita realizar nuestras aspiraciones y desarrollar una continuidad más fuerte de la resistencia. Aunque defendernos unas a otras siempre implicará un riesgo, podemos esforzarnos por no ponérselo más fácil.
Lecturas adicionales
- Guía para manifestantes sobre chalecos antibalas
- Guía para manifestantes sobre máscaras antigás y gafas protectoras —Todo lo que necesitas saber para proteger tus ojos y pulmones del gas y los proyectiles.
- Guía para manifestantes sobre cascos
- Guía para manifestantes sobre porras policiales
- Guía para manifestantes sobre pancartas reforzadas
- Guía para manifestantes sobre cómo responder a heridas de bala
- Guía para manifestantes sobre munición antidisturbios
- Consejos de moda para valientes
- Guía femenina sobre moda antidisturbios
- Cómo sobrevivir a un juicio por delito grave
- Protocolos para lesiones comunes causadas por armas policiales
- Confianza, valentía, conexión, seguridad: una propuesta para una cultura de seguridad
- El tratamiento del ADN en la práctica
- Deja de cazar ovejas: guía para crear redes más seguras
- Biblioteca de amenazas: mejores prácticas digitales
- No se puede atrapar lo que no se ve: en contra de la videovigilancia
-
Si tomamos buenas decisiones en materia de vestimenta, la gente no debería poder reconocernos fácilmente aunque nos conozca, al menos no sin oír nuestra voz. ↩
-
Esto ocurrió en cierta medida en Washington D. C. la tarde de la toma de posesión en 2017, y más tarde ese mismo año en Hamburgo durante las protestas del G20, pero de forma más espectacular en 2020 durante los primeros días de la rebelión de George Floyd. ↩

